viernes, 27 de mayo de 2011

MUJER

Las posibilidades de sobrevivir ellas y sus hijos, están en sus manos. Unas aborígenes andinas y sabaneras de atuendos exóticos y rostros curtidos, comerciantes o mendigas. Otras expulsadas de los campos por el conflicto, arrojadas a la caridad pública y al rebusque. Recorren las calles de la ciudad buscando un nicho de mercado. Llevan sus hijos de variadas edades que mueven a la compasión. Se hacinan en andenes y ángulos de plazas ofreciendo su principal mercancía: la miseria. Compiten entre sí.















No hay comentarios:

Publicar un comentario